La pasta con patatas, un plato cálido, cremoso y lleno de sabor, perfecto para esos días fríos en los que solo algo reconfortante puede alegrar el alma. Cada bocado envuelve en una deliciosa combinación de texturas y sabores que, más que alimentar, calientan el cuerpo y el espíritu.
Quiero empezar compartiendo recetas sencillas de replicar y, en lo posible, accesibles para todos, para que puedan ser recreadas en las mesas de cualquier hogar. Este plato es increíblemente versátil: si decides omitir la proteína, se convierte en una receta completamente vegetariana, sin sacrificar ni un ápice de su sabor único.
Es la típica receta que, aunque modesta en su elaboración, tiene la magia de transportarte a un rincón de Nápoles con cada cucharada.
Consejos para que salga perfecto:
1-El formato de la pasta: Es importante elegir un formato pequeño. No sería lo mismo con cualquier tipo de pasta, ya que los tamaños más grandes no permiten que los ingredientes se amalgamen de manera adecuada. Yo te recomiendo usar fideo grueso o ditalini, dos opciones fáciles de encontrar en cualquier tienda. Si tienes la suerte de poder ir a una tienda especializada en productos italianos, te animo a elegir el formato que más te guste. Los pequeños detalles marcan la diferencia.
2-La provola ahumada: Este queso es uno de los secretos que hace que este plato tenga ese sabor tan especial. La provola ahumada es similar a la mozzarella di bufala, pero con un toque ahumado que le da una corteza más oscura y un sabor único. Se puede encontrar fresca, en su agua, o seca, bajo el nombre de Scamorza Affumicata. Si no logras conseguirla, no te preocupes. El queso parmesano siempre es una opción que nunca falla y dará un toque delicioso a la receta. En este caso ocupo scamorza affumicata.

Con estos pequeños secretos, estarás listo para preparar una pasta con patatas que no solo te llenará de energía, sino que te hará sentir el calor y la tradición de Nápoles en tu propia casa. ¡Espero que disfrutes este plato tanto como yo!.
Ingredientes para la pasta con patatas
- 1 cebolla
- 80 gr pancetta
- Aceite de oliva
- 3 o 4 patatas
- 400 g de pasta (preferentemente en formato pequeño)
- 100 g de tomate triturado o pasta de tomate
- 100 g de provola o scamorza ahumada
- Sal y pimienta negra al gusto

Instrucciones:
1-Sofrito: Añade la cebolla triturada a la olla con la pancetta. Deja que se sofría todo junto hasta que la cebolla esté dorada y la panceta haya soltado su jugo.
2-Añadir las patatas: Pela las patatas y córtalas en cuadritos pequeños. Agrega las patatas al sofrito y mezcla bien.
3-Cocción: Cubre todo con agua y agrega el tomate triturado, la sal y la pimienta. Cocina a fuego medio con la tapa puesta durante unos 40 minutos, o hasta que las patatas estén tiernas.
4-Revisar y añadir más agua si es necesario: Pasados los 40 minutos, si ves que el guiso está demasiado seco, añade un poco más de agua y deja que hierva nuevamente.
5-Cocer la pasta: Una vez que el guiso esté hirviendo, añade la pasta. Cocina según las indicaciones del paquete, pero si te gusta al dente, puedes reducir el tiempo de cocción en un par de minutos.
6-Preparar el queso: Mientras se cocina la pasta, corta el queso provola o scamorza ahumada en cubos pequeños.
7-Mezclar y servir: Una vez que la pasta esté lista, apaga el fuego y añade el queso a la olla. Mezcla bien para que el queso se derrita y se integre con el resto de los ingredientes.
Lo que tendrás es un plato cremoso, reconfortante y lleno de sabor, perfecto para los días fríos o para cualquier ocasión en la que necesites un buen plato casero. Sirve caliente, disfruta de cada bocado y comparte esta receta con tus seres queridos. ¡Te aseguro que se convertirá en un favorito en tu hogar!
Con cariño, vuestra napolitana de confianza!